Los servicios de masajes pueden tener varios beneficios, incluida la reducción de la tensión muscular, la mejora de la circulación, la estimulación del sistema linfático, la reducción de las hormonas del estrés y el aumento de la movilidad y flexibilidad de las articulaciones.

La frecuencia de los masajes varía mucho según las preferencias personales, las necesidades físicas y los niveles de estrés. Algunas personas pueden beneficiarse de un masaje semanal, mientras que otras pueden encontrar suficiente con un masaje mensual. No dude en consultarme para encontrar el horario que mejor se adapte a sus necesidades.

Antes de un masaje, trate de evitar comer una comida copiosa y asegúrese de estar bien hidratado. Además, llegue un poco antes para completar los formularios necesarios y relájese antes de la sesión. Después del masaje, beba mucha agua para ayudar a eliminar las toxinas liberadas durante el masaje. También se recomienda descansar y relajarse para permitir que su cuerpo se cure y absorba los beneficios del masaje.

Se puede esperar que sientas algo de incomodidad, especialmente si te hacen un masaje de tejido profundo o si trabajas un músculo particularmente tenso. Sin embargo, un masaje nunca debe ser extremadamente doloroso. Es importante comunicar durante toda la sesión sobre la presión para asegurarte de que te resulte cómodo. El dolor puede hacer que te pongas tenso y contrarrestar los beneficios relajantes del masaje.

Sí, existen ciertas condiciones que se consideran contraindicaciones en las que se debe evitar el masaje. Estas incluyen, entre otras, afecciones cardíacas importantes, ciertos tipos de cáncer, algunas afecciones de la piel, enfermedades infecciosas, ciertas afecciones inflamatorias agudas y justo después de una cirugía. Si no está seguro de si un masaje es adecuado para su condición, siempre consulte con un proveedor de atención médica antes de reservar una cita de masaje.